Cuando tenemos algún problema o sufrimos estrés, ya sea por trabajo o simplemente por cosas de la vida cotidiana, nos podemos sentir más agitados o nerviosos e incluso sentir el agobio de tener un nudo en el estómago. Y no somos conscientes de que puede ser ansiedad, algo que la RAE define como “el estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo”.
En el post de hoy os traemos algunas claves que ayudan a mejorar el estado de ansiedad:
En primer lugar, es importante realizar ejercicio físico, ya que descargar adrenalina nos ayudará a evitar el exceso de actividad del sistema nervioso y a conseguir un sueño de mayor calidad. Los efectos del ejercicio físico a nivel psicológico han sido menos estudiados, pero se sabe que contribuyen a mejorar nuestro ánimo y nuestra sensación de bienestar.
En segundo lugar, es importante tener una alimentación equilibrada y dormir bien. Comer de manera desequilibrada puede provocar algunos síntomas gastrointestinales relacionados con estados de ansiedad, por lo que si nos alimentamos de manera equilibrada nos será más fácil de controlar.
Por otro lado, dormir bien es muy importante. Muchas veces, cuando tenemos ansiedad y nos vamos a dormir, estamos más nerviosos o le damos vueltas a la cabeza a algún tema que nos preocupa... y esto nos hace dormir mal toda la noche.
Si vemos que la ansiedad no nos deja dormir, podemos o leer algún libro (que nos permitirá evadirnos, dejar de pensar, y esto hará que el sueño venga más rápido) o realizar una técnica de yoga que se llama “Savasana” o “postura del cadáver”. De manera resumida, se trata de meterse en la cama y tumbarse boca arriba relajando todos los músculos con las piernas y brazos a 45º del cuerpo y las manos mirando hacia arriba. Se trata de concentrarse en la respiración, en como entra y sale el aire del cuerpo, tratando que la exhalación dure el doble de segundos que la inhalación. Esta técnica reduce al mínimo la actividad mental y fomenta el sueño.
En tercer lugar, es importante tener sentido del humor. La mayoría de las veces reaccionamos con negatividad ante situaciones que nos provocan ansiedad, lo cual no deja de ser normal... Pero, para poder lidiar con este estado, tenemos que cambiar y empezar a ver el lado divertido y optimista de las cosas, porque todo tiene un lado positivo y es importante buscarlo para poder seguir adelante.
En cuarto lugar, es trascendental buscar mecanismos de distracción. Si buscamos otras distracciones (como, por ejemplo, pasear, ir al teatro, escuchar música, leer... etc.) dejaremos de pensar en lo que nos provoca la ansiedad, aunque sea solo durante el tiempo que estamos distraídos.
En quinto lugar, ayuda mucho observar y hablar con otras personas que han estado en una situación parecida a la nuestra y que han tenido ansiedad y han logrado superarla, para ver las técnicas que han utilizado para ello. Con esto veremos que es posible controlar y superar la ansiedad y tendremos esperanza. Siempre es bueno conversar con otras personas que ya han pasado por lo que nosotros estamos pasando en este momento: nos da fuerzas y nos hace ver que, si ellos han podido, nosotros también podemos.
Finalmente, una técnica que ayuda también a controlar la ansiedad, y me imagino que ya habrás oído hablar de ella, es el Mindfulness o atención plena. Está basado en la meditación Vipassana, una antigua técnica de meditación de la India que consiste en “tomar conciencia del momento presente”. Esta técnica consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse o rechazar en alguna forma la experiencia. Y es que tu cuerpo vive el presente, ¿y tu mente?
Y si ves que la ansiedad no te deja vivir y eres incapaz de resolver este problema por ti solo, no dudes en pedir ayuda profesional.
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